5.200 años suman los 13 B'aktun
Guatemala: Culminó la cuenta larga y comienza un nuevo ciclo en el calendario Maya
Guatemala, diciembre 21 - En las majestuosas ruinas de Tikal, enclavadas en un espeso bosque de Guatemala, continúan las ceremonias del cambio de era en el calendario maya.
Los mayas cierran este viernes en el solsticio una era de 5.200 años en su calendario y dan la bienvenida a un nuevo ciclo.
Ante unos 3.000 espectadores, con un espectáculo que recreó ritos y danzas tradicionales, frente a la pirámide de la Gran Plaza del Parque Arqueológico de Tikal, iluminada para la ocasión, arrancó la noche del jueves la celebración oficial, encabezada por el presidente Otto Pérez.
Tras un receso en la medianoche, se realizó la madrugada de este viernes un espacio de reflexión, previo a la gran ceremonia maya al amanecer, en saludo al sol y la nueva era.
El origen de todo está en una piedra tallada que alude a un evento místico en el solsticio de este diciembre. Según el calendario de los mayas, es la culminación de la cuenta larga de 13 ciclos con que medían el tiempo, el baktun, cada uno de 400 años.
Con un bosque profundo que alberga jaguares, pumas, dantas, jabalíes, venados, todo tipo de mariposas y aves, Tikal, una de las ciudades más representativas de la civilización maya, es ahora centro de peregrinaje de miles de turistas.
En la plaza de Tikal, el gobierno celebra con invitados especiales, entre ellos la presidenta costarricense Laura Chinchilla. Fuera de allí, en actos discretos, los descendientes de los mayas dan la bienvenida a la nueva era rogando por un despertar de la humanidad.
"Para nosotros no es un show y no es turismo, es algo espiritual y personal", dijo Sebastiana Mejía, de la Conferencia de Ministros Mayas.
El secretario del Gran Consejo de Autoridades Ancestrales Mayas, Alberto Marroquín, afirmó que los mayas se sentían marginados de las actividades en la majestuosa Tikal.
"Es ilógico, es como celebrar algo y que no esté invitada la persona principal", dijo Marroquin en Tikal.
Marroquín, quien llegó a Tikal con otros sacerdotes para hacer una ceremonia paralela, criticó que la fecha se haya usado como "mercancía". "No somos magos ni brujos (...), somos científicos de pensamiento propio", subrayó.
Poco antes de empezar el acto oficial, unos 200 indígenas protestaron contra esa celebración por considerarse excluidos, pero tras dialogar con los organizadores entraron a dejar ofrendas a este majestuoso sitio, declarado Patrimonio Mundial cultural y natural de la Humanidad por la Unesco.
Ceremonias espirituales también se prepararon en México, Honduras, El Salvador y Belice. En el cenote sagrado de Zaci, un profundo estanque de agua clara ubicado en Yucatán, sureste mexicano, un sacerdote maya encabezó el viernes al amanecer la ceremonia del encendido del fuego nuevo para marcar el inicio de otra era.
Para los Mayas, que poseían el calendario más exacto hasta hace poco y que aún nos sorprende por sus conocimientos, el 21 de diciembre del 2012, es el inicio de una nueva era que traerá cambios y transformación en la forma como vivimos.
El 21 de diciembre es el día más corto del año en el hemisferio norte de la tierra (y el más largo en el hemisferio sur). Y es entonces en México y Guatemala también la noche más larga. Para los Mayas se producía en ese día una lucha entre los astros.
Una era Maya se compone de 13 ciclos, cada uno denominado B’aktun, y concluye cada 5.125 años según el calendario de cuenta larga de esa civilización, que habitó los territorios que hoy ocupan Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y el sur de México hace aproximadamente 3.000 años.
Este 21 de diciembre culmina la era actual que arrancó en el 3.114 a.C. y comenzará el B’aktun uno de la era siguiente.
La civilización Maya destaca por sus conocimientos científicos, la creación de complejos calendarios y la construcción de monumentales pirámides, ciudades urbanizadas y observatorios astronómicos.
En México unas 800.000 personas hablan lenguas Mayas, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) . Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán son los estados mexicanos en donde hay pueblos de origen maya.
Guatemala, donde la cultura maya floreció, tiene en la actualidad 22 etnias indígenas descendientes directas de los mayas, la etnia aborigen más numerosa del país con un 39,3 por ciento de su población total de 14,7 millones de habitantes.
En Honduras los chortis son considerados los descendientes etnoculturales de los mayas. Se concentran en los departamentos de Copán y Ocotepeque. La población se estima entre 5.000 y 35.000 habitantes, concentrados en 50 aldeas o grupos.
En El Salvador la población indígena se sitúa en unos 5,7 millones de personas, de las cuales la mayoría pertenecen a etnias descendientes de los mayas.
Los Mayas conservan la agricultura como una de sus principales actividades socio-económicas, aunque en la actualidad por los procesos de globalización y marginación en la que vive esta cultura las nuevas generaciones se han vinculado a otros mercados laborales.
Los mayas cierran este viernes en el solsticio una era de 5.200 años en su calendario y dan la bienvenida a un nuevo ciclo.
Ante unos 3.000 espectadores, con un espectáculo que recreó ritos y danzas tradicionales, frente a la pirámide de la Gran Plaza del Parque Arqueológico de Tikal, iluminada para la ocasión, arrancó la noche del jueves la celebración oficial, encabezada por el presidente Otto Pérez.
Tras un receso en la medianoche, se realizó la madrugada de este viernes un espacio de reflexión, previo a la gran ceremonia maya al amanecer, en saludo al sol y la nueva era.
El origen de todo está en una piedra tallada que alude a un evento místico en el solsticio de este diciembre. Según el calendario de los mayas, es la culminación de la cuenta larga de 13 ciclos con que medían el tiempo, el baktun, cada uno de 400 años.
Con un bosque profundo que alberga jaguares, pumas, dantas, jabalíes, venados, todo tipo de mariposas y aves, Tikal, una de las ciudades más representativas de la civilización maya, es ahora centro de peregrinaje de miles de turistas.
En la plaza de Tikal, el gobierno celebra con invitados especiales, entre ellos la presidenta costarricense Laura Chinchilla. Fuera de allí, en actos discretos, los descendientes de los mayas dan la bienvenida a la nueva era rogando por un despertar de la humanidad.
"Para nosotros no es un show y no es turismo, es algo espiritual y personal", dijo Sebastiana Mejía, de la Conferencia de Ministros Mayas.
El secretario del Gran Consejo de Autoridades Ancestrales Mayas, Alberto Marroquín, afirmó que los mayas se sentían marginados de las actividades en la majestuosa Tikal.
"Es ilógico, es como celebrar algo y que no esté invitada la persona principal", dijo Marroquin en Tikal.
Marroquín, quien llegó a Tikal con otros sacerdotes para hacer una ceremonia paralela, criticó que la fecha se haya usado como "mercancía". "No somos magos ni brujos (...), somos científicos de pensamiento propio", subrayó.
Poco antes de empezar el acto oficial, unos 200 indígenas protestaron contra esa celebración por considerarse excluidos, pero tras dialogar con los organizadores entraron a dejar ofrendas a este majestuoso sitio, declarado Patrimonio Mundial cultural y natural de la Humanidad por la Unesco.
Ceremonias espirituales también se prepararon en México, Honduras, El Salvador y Belice. En el cenote sagrado de Zaci, un profundo estanque de agua clara ubicado en Yucatán, sureste mexicano, un sacerdote maya encabezó el viernes al amanecer la ceremonia del encendido del fuego nuevo para marcar el inicio de otra era.
Para los Mayas, que poseían el calendario más exacto hasta hace poco y que aún nos sorprende por sus conocimientos, el 21 de diciembre del 2012, es el inicio de una nueva era que traerá cambios y transformación en la forma como vivimos.
El 21 de diciembre es el día más corto del año en el hemisferio norte de la tierra (y el más largo en el hemisferio sur). Y es entonces en México y Guatemala también la noche más larga. Para los Mayas se producía en ese día una lucha entre los astros.
Una era Maya se compone de 13 ciclos, cada uno denominado B’aktun, y concluye cada 5.125 años según el calendario de cuenta larga de esa civilización, que habitó los territorios que hoy ocupan Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y el sur de México hace aproximadamente 3.000 años.
Este 21 de diciembre culmina la era actual que arrancó en el 3.114 a.C. y comenzará el B’aktun uno de la era siguiente.
La civilización Maya destaca por sus conocimientos científicos, la creación de complejos calendarios y la construcción de monumentales pirámides, ciudades urbanizadas y observatorios astronómicos.
En México unas 800.000 personas hablan lenguas Mayas, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) . Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán son los estados mexicanos en donde hay pueblos de origen maya.
Guatemala, donde la cultura maya floreció, tiene en la actualidad 22 etnias indígenas descendientes directas de los mayas, la etnia aborigen más numerosa del país con un 39,3 por ciento de su población total de 14,7 millones de habitantes.
En Honduras los chortis son considerados los descendientes etnoculturales de los mayas. Se concentran en los departamentos de Copán y Ocotepeque. La población se estima entre 5.000 y 35.000 habitantes, concentrados en 50 aldeas o grupos.
En El Salvador la población indígena se sitúa en unos 5,7 millones de personas, de las cuales la mayoría pertenecen a etnias descendientes de los mayas.
Los Mayas conservan la agricultura como una de sus principales actividades socio-económicas, aunque en la actualidad por los procesos de globalización y marginación en la que vive esta cultura las nuevas generaciones se han vinculado a otros mercados laborales.
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