MARIANO ANDRADO
EL Noreste de Estados Unidos, incluyendo Nueva York, comenzó a sufrir el viernes una poderosa tormenta invernal, que obligó prohibir la circulación de vehículos en el estado de Massachusetts a partir de la tarde y cancelar más de 4.500 vuelos.
"Una tormenta invernal mayúscula comenzó a abatirse sobre el noreste de Estados Unidos con pronóstico de condiciones de tempestad para la noche del viernes y la madrugada del sábado", señaló el servicio meteorológico nacional (NWS, según sus siglas en inglés).
El NWS anuncia hasta 60 centímetros de nieve y posibles vientos huracanados de unos 110 km/h desde Nueva Jersey hasta Maine, en la frontera con Canadá, en una franja costera que incluye también a los estados de Nueva York, Connecticut, Rhode Island y Massachusetts.
Ante esta situación, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, anunció el viernes la prohibición de circular a todos los vehículos en ese estado a partir de las 16H00 locales (21H00 GMT).
"Firmé una orden ejecutiva prohibiendo autos en las carreteras a partir de las 4pm", indicó Patrick en una conferencia de prensa en la que declaró el estado de emergencia a partir del mediodía del viernes.
La prohibición de circular, con pena de hasta un año de prisión, afecta a los vehículos que no deban realizar tareas imprescindibles. "Hay un cierto número de excepciones en esto para tareas de emergencia y de ese tipo", precisó el gobernador.
Se espera que la tempestad se haga sentir con especial virulencia en Massachusetts y su principal ciudad, Boston, cuyas escuelas no abrieron el viernes y donde el alcalde Thomas Menino ordenó a los empleados municipales que no cumplen tareas imprescindibles quedarse en casa.
Más de 4.500 vuelos fueron cancelados entre viernes y sábado en los aeropuertos del noreste del país, según el sitio especializado Flightaware.com. Unas 1.500 de esas anulaciones correspondían a vuelos en los tres aeropuertos neoyorquinos: JFK, La Guardia y Newark.
El servicio de trenes entre Nueva York y Washington y hacia el noreste sería interrumpido a partir del viernes por la tarde.
Según el NWS, la combinación de dos frentes tormentosos es lo que da lugar al fenómeno meteorológico, que volverá "peligroso sino imposible" viajar en la región.
El noreste de Estados Unidos todavía está golpeado por el paso el 29 de octubre pasado del huracán Sandy, que dejó más de 130 muertos y devastó a Nueva York y Nueva Jersey.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg, previno a los habitantes de la Gran Manzana de que se preparen para lo peor y les pidió "no salir a la calle" para evitar accidente y facilitar las tareas de los equipos de emergencia.
"No salgan a la calle, no utilicen sus autos y quedense en casa mientras lo peor de la tormenta está sobre nosotros", dijo Bloomberg en una conferencia de prensa el viernes por la tarde.
Tanto Nueva York como Nueva Jersey ya han preparado personal y equipamiento adicionales para remover nieve.
"Tenemos más de 250.000 toneladas de sal, 350 barrenieves y camiones con sal y 1.800 vehículos de limpieza listos para entrar en acción", afirmó Bloomberg.
Entre los afectados por la tormenta figura la semana de la moda de Nueva York, que comenzó el jueves.
El diseñador Marc Jacobs anunció el viernes que aplazaba uno de sus desfiles "a raíz de la tormenta de nieve y problemas de producción".
La llegada de la tormenta coincide con el 35 aniversario de la Ventisca de 1978, que mató a 99 personas, destruyó unas 2.000 viviendas y paralizó por una semana al este de Massachusetts y el norte de Rhode Island.
"Una tormenta invernal mayúscula comenzó a abatirse sobre el noreste de Estados Unidos con pronóstico de condiciones de tempestad para la noche del viernes y la madrugada del sábado", señaló el servicio meteorológico nacional (NWS, según sus siglas en inglés).
El NWS anuncia hasta 60 centímetros de nieve y posibles vientos huracanados de unos 110 km/h desde Nueva Jersey hasta Maine, en la frontera con Canadá, en una franja costera que incluye también a los estados de Nueva York, Connecticut, Rhode Island y Massachusetts.
Ante esta situación, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, anunció el viernes la prohibición de circular a todos los vehículos en ese estado a partir de las 16H00 locales (21H00 GMT).
"Firmé una orden ejecutiva prohibiendo autos en las carreteras a partir de las 4pm", indicó Patrick en una conferencia de prensa en la que declaró el estado de emergencia a partir del mediodía del viernes.
La prohibición de circular, con pena de hasta un año de prisión, afecta a los vehículos que no deban realizar tareas imprescindibles. "Hay un cierto número de excepciones en esto para tareas de emergencia y de ese tipo", precisó el gobernador.
Se espera que la tempestad se haga sentir con especial virulencia en Massachusetts y su principal ciudad, Boston, cuyas escuelas no abrieron el viernes y donde el alcalde Thomas Menino ordenó a los empleados municipales que no cumplen tareas imprescindibles quedarse en casa.
Más de 4.500 vuelos fueron cancelados entre viernes y sábado en los aeropuertos del noreste del país, según el sitio especializado Flightaware.com. Unas 1.500 de esas anulaciones correspondían a vuelos en los tres aeropuertos neoyorquinos: JFK, La Guardia y Newark.
El servicio de trenes entre Nueva York y Washington y hacia el noreste sería interrumpido a partir del viernes por la tarde.
Según el NWS, la combinación de dos frentes tormentosos es lo que da lugar al fenómeno meteorológico, que volverá "peligroso sino imposible" viajar en la región.
El noreste de Estados Unidos todavía está golpeado por el paso el 29 de octubre pasado del huracán Sandy, que dejó más de 130 muertos y devastó a Nueva York y Nueva Jersey.
En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg, previno a los habitantes de la Gran Manzana de que se preparen para lo peor y les pidió "no salir a la calle" para evitar accidente y facilitar las tareas de los equipos de emergencia.
"No salgan a la calle, no utilicen sus autos y quedense en casa mientras lo peor de la tormenta está sobre nosotros", dijo Bloomberg en una conferencia de prensa el viernes por la tarde.
Tanto Nueva York como Nueva Jersey ya han preparado personal y equipamiento adicionales para remover nieve.
"Tenemos más de 250.000 toneladas de sal, 350 barrenieves y camiones con sal y 1.800 vehículos de limpieza listos para entrar en acción", afirmó Bloomberg.
Entre los afectados por la tormenta figura la semana de la moda de Nueva York, que comenzó el jueves.
El diseñador Marc Jacobs anunció el viernes que aplazaba uno de sus desfiles "a raíz de la tormenta de nieve y problemas de producción".
La llegada de la tormenta coincide con el 35 aniversario de la Ventisca de 1978, que mató a 99 personas, destruyó unas 2.000 viviendas y paralizó por una semana al este de Massachusetts y el norte de Rhode Island.
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