Escándalo de intrigas, corrupción, chantaje y homosexualidad sacude el Vaticano
22 de Febrero.- Apenas días antes de la renuncia del Papa Benedicto XVI, el Vaticano está luchando contra los persistentes rumores de que su decisión fue provocada por un explosivo informe sobre intrigas en sus corredores de poder.
El informe secreto elaborado por una comisión de tres cardenales, solamente para el Papa, fue el resultado de una amplia investigación de las filtraciones de documentos confidenciales del Vaticano que causaron gran vergüenza el año pasado.
Los cardenales interrogaron a docenas de funcionarios del Vaticano y presentaron su informe al Papa a finales de diciembre de 2012, justo antes de que Benedicto XVI perdonara a su ex mayordomo Paolo Gabriele, que había sido declarado culpable de filtrar los memos papales.
El semanario de noticias Panorama y el diario la Repubblica, dijeron el jueves que el informe contiene acusaciones de corrupción y de intentos de chantaje contra clérigos homosexuales del Vaticano, así como favoritismo basado en relaciones homosexuales.
Ambas publicaciones citaron a una fuente con conocimiento de la investigación diciendo que las conclusiones de los cardenales "giran en torno a los mandamientos sexto y séptimo" - "No fornicar" y "No robar".
El Vaticano se ha negado a comentar sobre estos dos informes, el portavoz Federico Lombardi dijo que eran "conjeturas, ficciones y opiniones".
El período previo a los cónclaves papales para elegir a un nuevo Papa es acompañado a menudo por rumores y chismes en los medios de comunicación italianos, mientras las facciones rivales batallan por influencia.
Pero hubo un giro este viernes, cuando el Papa Benedicto XVI sustituyó a monseñor Ettore Balestrero, una poderosa figura tras bambalinas de la Secretaría de Estado, con un rol importante en el manejo de las relaciones exteriores del Banco Vaticano.
Balestrero fue designado como enviado del Vaticano a Colombia, una degradación grave.
Balestrero ha sido una figura clave en los esfuerzos del Vaticano para reformar su banco contaminado por el escándalo, para hacerlo cumplir con las leyes internacionales contra el lavado de dinero.
La Repubblica dijo que el nombre Balestrero fue mencionado en el informe de los cardenales.
Un experto del Vaticano del diario italiano La Stampa dijo que el Papa probablemente se reuniría con los tres cardenales jubilados autores del informe, antes de dimitir.
El informe también podría ser discutido durante una serie de reuniones de los cardenales a partir del próximo viernes, un día después de la renuncia del Papa, donde serán debatidas las prioridades de la Iglesia Católica y los posibles candidatos para sucederlo.
El primer escándalo ("Vatileaks"), estalló en enero del año pasado, cuando la prensa italiana publicó una serie de cartas al Papa en las que Carlo Maria Vigano, jefe de gobierno de la Ciudad del Vaticano denunció corrupción y despilfarro.
Las filtraciones siguientes apuntaron a las divisiones en la jerarquía del Vaticano, incluyendo los esfuerzos para derrocar al secretario de Estado, Tarcisio Bertone, una figura divisiva.
El 23 de mayo, el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele fue arrestado y su casa en el interior de los muros del Vaticano fue allanada por gendarmes especiales que encontraron cientos de documentos sensibles.
Un día después, el jefe del banco del Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi, fue despedido, acusado de mala gestión y de indiscreciones vinculadas a las filtraciones de información.
Gabriele fue declarado culpable después de un juicio de una semana en el Vaticano en octubre.
El Papa pidió a los cardenales que investigaran, el año pasado, dándoles rienda suelta para entrevistar a cualquiera de las 2.843 personas que trabajan en la Curia romana y 2.001 personas que trabajan para la gobernación y la administración de la Ciudad del Vaticano.
Al comité también se le permitió pedir testimonio a los cardenales.
El informe secreto elaborado por una comisión de tres cardenales, solamente para el Papa, fue el resultado de una amplia investigación de las filtraciones de documentos confidenciales del Vaticano que causaron gran vergüenza el año pasado.
Los cardenales interrogaron a docenas de funcionarios del Vaticano y presentaron su informe al Papa a finales de diciembre de 2012, justo antes de que Benedicto XVI perdonara a su ex mayordomo Paolo Gabriele, que había sido declarado culpable de filtrar los memos papales.
El semanario de noticias Panorama y el diario la Repubblica, dijeron el jueves que el informe contiene acusaciones de corrupción y de intentos de chantaje contra clérigos homosexuales del Vaticano, así como favoritismo basado en relaciones homosexuales.
Ambas publicaciones citaron a una fuente con conocimiento de la investigación diciendo que las conclusiones de los cardenales "giran en torno a los mandamientos sexto y séptimo" - "No fornicar" y "No robar".
El Vaticano se ha negado a comentar sobre estos dos informes, el portavoz Federico Lombardi dijo que eran "conjeturas, ficciones y opiniones".
El período previo a los cónclaves papales para elegir a un nuevo Papa es acompañado a menudo por rumores y chismes en los medios de comunicación italianos, mientras las facciones rivales batallan por influencia.
Pero hubo un giro este viernes, cuando el Papa Benedicto XVI sustituyó a monseñor Ettore Balestrero, una poderosa figura tras bambalinas de la Secretaría de Estado, con un rol importante en el manejo de las relaciones exteriores del Banco Vaticano.
Balestrero fue designado como enviado del Vaticano a Colombia, una degradación grave.
Balestrero ha sido una figura clave en los esfuerzos del Vaticano para reformar su banco contaminado por el escándalo, para hacerlo cumplir con las leyes internacionales contra el lavado de dinero.
La Repubblica dijo que el nombre Balestrero fue mencionado en el informe de los cardenales.
Un experto del Vaticano del diario italiano La Stampa dijo que el Papa probablemente se reuniría con los tres cardenales jubilados autores del informe, antes de dimitir.
El informe también podría ser discutido durante una serie de reuniones de los cardenales a partir del próximo viernes, un día después de la renuncia del Papa, donde serán debatidas las prioridades de la Iglesia Católica y los posibles candidatos para sucederlo.
El primer escándalo ("Vatileaks"), estalló en enero del año pasado, cuando la prensa italiana publicó una serie de cartas al Papa en las que Carlo Maria Vigano, jefe de gobierno de la Ciudad del Vaticano denunció corrupción y despilfarro.
Las filtraciones siguientes apuntaron a las divisiones en la jerarquía del Vaticano, incluyendo los esfuerzos para derrocar al secretario de Estado, Tarcisio Bertone, una figura divisiva.
El 23 de mayo, el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele fue arrestado y su casa en el interior de los muros del Vaticano fue allanada por gendarmes especiales que encontraron cientos de documentos sensibles.
Un día después, el jefe del banco del Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi, fue despedido, acusado de mala gestión y de indiscreciones vinculadas a las filtraciones de información.
Gabriele fue declarado culpable después de un juicio de una semana en el Vaticano en octubre.
El Papa pidió a los cardenales que investigaran, el año pasado, dándoles rienda suelta para entrevistar a cualquiera de las 2.843 personas que trabajan en la Curia romana y 2.001 personas que trabajan para la gobernación y la administración de la Ciudad del Vaticano.
Al comité también se le permitió pedir testimonio a los cardenales.
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