LOS INDIGENAS, son en esencia naturales, sienten que por sus venas corre sangre en armonía con el lento movimiento del universo.
Son seres buenos, simples, sólo aman y respetan.
Respetar es su forma de vivir.
Saben que ellos forman parte de un conjunto de vida conectada.
Conocen que cada uno de sus actos, tiene consecuencias graves y serias sobre el conjunto de la vida que les rodea.
Por eso se mueven despacio, sin querer apurarse.
No tienen necesidad de estresarse viven cada instante.
No quieren acaparar el tiempo para sacarle rendimiento,
por qué viven el presente, disfrutan del momento, conocen el valor de cada instante.
No buscan un futuro rodeado de bienes que a lo mejor nunca llega, encuentran amor en el presente.
Por eso cada segundo, cada minuto lo viven intensamente, disfrutan y perciben el milagro de la existencia con lo que tienen, cada día que sale el sol, saben lo afortunados que son, su salud, su familia y sus tierras, son el mayor tesoro de la vida.
Conocen la fortuna de vivir y disfrutar de cada puesta en su vida.
Los indígenas saben que están en el mundo para reproducirse, sembrar y conservar el legado de sus antepasados, ellos piensan en las generaciones venideras.
Se preocupan por sus nietos y en los que nunca conoceran pero que tendrán una herencia asegurada para poder vivir como ellos lo hicieron.
Ellos darán as us progenitores la tierra que les dió de comer, ahora será la que les abastezca al mismo tiempo que ignoran los instrumentos materiales que se compran las civilizaciones modernas, para entrener a sus hijos.
A los niños indígenas, no les hacen falta, sólo un palo , una piedra o una bola, es suficiente para hacer feliz a un niño, no un juguete.
Ellos son conocedores del valor de cada gota de agua, de cada árbol que se transforma en milagro que dá vida a su entorno, que bendecirá con vida la tierra a la que sus raices se agarran. Cada semilla traerá alimento , matará el hambre que acosa a la vida de los hombres.
Cada invierno la nieve traerá riqueza a la tierra. Los indígenas son conocedores del arte de las abejas, polinizando vida con su vuelo de flor en flor.
Agradecen la vida en cada fiesta, la comida en sí es motivo de celebración, los niños son el orgullo de su civilización, son los herededos de la verdadera sabiduría.
Viven el presente, disfrutando la vida como presente que es, una buena salud, familia y tierras fértiles, es la verdadera riqueza del ser humano.
Lejos de sus mentes está enriquecerse para abandonar todo lo que la vida te regala y no cuesta dinero, además de darte la felicidad que tanto deseamos.
Los Conquistadores, son aquellos hombres vanidosos , cuyo afán en la vida, va más allá de la aventura, no era esta la única meta, no, la que les llevó a conquistar paraisos ajenos a sus tierras.
En sus mentes crecía la ambición, donde los episodios de éxito vanagloriaban su sombra, se veían rodeados de oro, de placeres, de tierras, de esclavos y de mujeres hermosas.
Cerca del poder y del reino de los hombres, de la fama y la grandeza de creerse alguien poderoso frente al pueblo llano.
Ellos destrozaron el planeta, destruyeron su cultura, su legado. Mataron hombres, mujeres y niños, destrozaron paraisos y acabaron con sus recursos naturales.
Les despojaron de su forma de vivir integrada en la naturaleza para convertirles en presa fácil de sus ambiciones.
Todo los hicieron para aparecer en los libros de la historia, de una civilización avanzada que rinde el culto al dios dinero.
Antes eran los conquistadores eran aventureros, ahora se llaman emprendedores, pero lo que realmente son, sólo ellos lo saben.
En sus venas fluye rápido la ambición para llegar al punto más alto, quieren ser los mejores, destacar por encima del resto, para ello habrá que derribar todo a su paso, incluidos sus hermanos, pero esto lo daremos por bueno, por una buena causa.
No tienen escrúpulos, ni sentimientos de culpa, ni conocen siquiera que es el respeto.
Ahora y hace miles de años, seguimos siendo así, como antaño, dos tipos de hombres unos buenos otros malos.
Unos sabemos que nuestra esencia es indigena y otros saben que son conquistadores, los dos escojemos...en la vida el camino a seguir.
La historia de la humanidad, así lo demuestra en sus relatos, los que nada quieren poseer, nada tienen que perder, son los llamados “conflictivos” y los que deben algo por querer alcanzar un objetivo , deben callar y obedecer.
La historia se repite...
Fuente: Madre Tierra
El afán del hombre por poseer lo que no le pertenece, le ha llevado históricamente a derrotar culturas, aplacar sociedades y destruir entornos maravillosos que nunca deberían de haber sido modificados. Sólo espero que los pueblos que aún permanecen ocultos a los ojos de esta sociedad que hemos creado descastada, sigan viviendo como lo han hecho siempre, libres y felices.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo contigo en que la excesiva ambición es la fuente de todos los males que estamos confrontando en nuestra amada Tierra. La humanidad necesita realizar un gran viraje de 180 grados en su manera de vivir o perecerá. Llegó el momento de entender que la única manera en que podemos sobrevivir es en armonía con la tierra tal como viven los pueblos indígenas.
ResponderEliminarMuchos Saludos