jueves, 9 de junio de 2011

BOICOT A LOS TRANSGENICOS (ORGANISMOS MODIFICADOS GENETICAMENTE)

BOICOT

a los

TRANSGÉNICOS en CHILE

Sandra Ríos Núñez
Universidad de Los Lagos
sandra.rios@ulagos.cl (*)

INTRODUCCIÓN

Actualmente el estado chileno esta empeñado en subsidiar un nuevo sector para agregar valor a la economía nacional: la biotecnología, con el argumento de diversificar y mejorar la competitividad del sector exportador. Para ello, sin ningún proceso de consulta ciudadana sobre las prioridades científicas y tecnológicas del país, ha desarrollado con el apoyo del BID, un ambicioso Programa Nacional de Biotecnología. El mas claro exponente de este empeño, liderado últimamente por el Ministerio de Economía, es la Iniciativa Genoma Chile, con Programas de Recursos Naturales Renovables y Biominería. Ambos incluyen el desarrollo de organismos transgénicos.
Si bien es cierto la investigación sobre transgénicos en Chile aun es escasa, la mayor parte de estas investigaciones han estado vinculadas a especies forestales como pino y eucaliptos y especies agrícolas, como papas, maíz, vides y nectarines. Ello a pesar de que es justamente este último sector, el de los alimentos transgénicos, el que presenta mayor rechazo, no-solo en la población chilena, sino especialmente entre los consumidores de los países receptores de nuestras exportaciones. Este hecho, evidencia el camino errado que ha tomado el gobierno en relación con el desarrollo biotecnológico nacional. Uno de los hechos más evidentes de esta situación, es la moratoria que existe en la Unión Europea desde 1998, para evitar el ingreso de productos transgénicos. A lo que se suma la reciente prohibición de las importaciones de miel y canola orgánica desde Canadá, ya que los productores canadienses no han podido garantizar que estos productos están libres de contaminación por el polen de los cultivos transgénicos existentes en dicho país. Esta situación significa el cierre adicional de mercados a productos que potencialmente pudieran ser contaminados por la cercanía de cultivos transgénicos. Al respecto, hay que recordar que nuestro país acaba de firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea, y que parte importante del nicho nacional en ese mercado son los productos forestales y agropecuarios. Esto nos lleva a recordarle a nuestro Ministerio de Agricultura sus declaraciones de que basará su política sobre transgénicos en la cautela, en la posición de menor costo, frente a la disyuntiva Unión Europea/Estados Unidos, y con consulta a todos los sectores. La Unión Europea ya ha aprobado una estricta regulación sobre transgénicos, como etiquetado obligatorio y trazabilidad, que las exportaciones de Chile deberán cumplir.
Pero al parecer la entrada en escena del Ministerio de Economía, con su propuesta de desarrollo biotecnológico totalmente ajena a las tendencias políticas y económicas en curso, ponen en alto riesgo los actuales nichos de mercado de los productos chilenos. En efecto, frutas, vinos, miel, productos hortofrutícolas y alimenticios en general, podrían verse gravemente afectados de optarse por una política biotecnológica que incremente la presencia de transgénicos en el país. Hoy día el escenario político internacional es muy claro al respecto. Debido al rechazo de los consumidores hacia los productos transgénicos, y el quiebre de la mayoría de las empresas biotecnológicas al interior de E.E.U.U., el departamento de Agricultura de los E.E.U.U. ha invitado recientemente a todos los Ministros de Agricultura de los países en desarrollo a un gran Seminario en Sacramento, California, para presentarles la agricultura transgénica como la nueva revolución verde que solucionará el hambre en el mundo durante el siglo 21. En un momento en que simultáneamente desde Washington, el Presidente Bush, inauguraba la Asamblea de la Industria Biotecnológica norteamericana con un encendido discurso de acusación a la Unión Europea; culpándola de condenar al hambre a los países en desarrollo por cerrar sus mercados a los productos transgénicos; de impedir la entrada de productos norteamericanos; y amenazándola de llevar el caso a los paneles de resolución de disputas de la Organización Mundial de Comercio.
El objetivo de este ensayo radica principalmente en dar a conocer los impactos ambientales que genera la producción de transgénicos en Chile y sus impactos en la sustentabilidad de la actividad agropecuaria. El objetivo del presente estudio, es aportar mayor información sobre la investigación biotecnológica en Chile enfocada en el desarrollo de la transgenia y la genómica, con el fin de entender con mas profundidad el sistema de penetración de estas nuevas biotecnologías en el país y en América Latina y las implicancias para el desarrollo agrícola y sustentable.
  • - Los transgénicos u organismos genéticamente modificados (OGM) son aquellos que se les ha alterado la información genética artificialmente injertándoles genes de otro organismo diferente, aún hasta en reino, es decir, la biotecnología ya posibilita “crear”organismos con genes de plantas a animales o bacterias u hongos.
  • - Ya existen fresas con genes de peces, maíz con genes de bacterias, seres que genéticamente recordarían un “frankenstein”. Los humanos estamos modificando el curso de la vida y creando seres vivos que nunca hubieran existido de manera natural y que nunca antes habían estado en nuestro planeta.

  • - Si los transgénicos se liberan al ambiente pueden contaminar genéticamente la naturaleza de nuestro planeta, esto es un peligro altísimo de seguridad ambiental del mundo. Igualmente el consumo de transgénicos en alimentos u otros productos representan un riesgo, ya que no se sabe qué pueden producir a nuestra salud.

  • - Las organizaciones ambientales luchan por usar el PRINCIPIO PRECAUTORIO y no tratar de arreglar los problemas cuando profundos daños ya fueron ocasionados al ambiente y la salud (como el uso del DDT y la energía nuclear, por mencionar algunos).

  • - Hay una gran mentira de quienes promueven los transgénicos. Dicen las empresas que los producen y comercializan, que son el hallazgo tecnológico que acabará con el hambre y la pobreza mundial, y nos permitirán ser y vivir en un mundo mejor. Una promesa con fines comerciales similares impulsó y abusó de los fertilizantes y plaguicidas químicos que a la fecha se encuentran contaminando todos o casi todos los organismos vivos, la tierra, el agua y el aire, generando daños incuantificables en los ecosistemas y los seres humanos. Y no resolvieron el hambre, como tampoco lo harán los transgénicos.

  • - Las industrias químicas tienen alimentos genéticamente alterados para las siguientes características específicas: para aumentar ganancias al aumentar artificialmente la durabilidad del producto en la estanterías de las tiendas; para aumentar ganancias al aumentar la compatibilidad de las plantas con las pesticidas y herbicidas de la misma industria química; y para aumentar ganancias al crear semillas que cuestan más pero ahorran el dinero de los productores porque los vegetales o las plantas crean sus propias pesticidas internamente.

  • - Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) acordaron la primera semana de diciembre reglas más estrictas para la identificación de alimentos modificados genéticamente. Los alimentos deberán poseer una etiqueta que los identifique como alimentos transgénicos si contienen al menos un 0,9% de organismos modificados genéticamente. La medida busca que los consumidores puedan distinguir claramente entre los productos no alterados y los fabricados con organismos modificados genéticamente.

  • - El peligro de cultivar organismos transgénicos radica en que la mayoría de las plantas se reproducen intercambiando polen entre miembros de su misma especie y con algunos parientes silvestres. Esta forma de reproducción es la que puede provocar la contaminación genética, ya que al implantar organismos transgénicos en el medio ambiente, se libera al mismo tiempo el polen transgénico y no se sabe qué le puede suceder a los insectos polinizadores o a las abejas cuando consuman miel de una planta que produce su propio insecticida.

  • - En materia de salud humana no se sabe qué consecuencias pueden traer a mediano y largo plazo el consumo de productos transgénicos. Sin embargo, se sabe que ciertos cultivos transgénicos, a los cuales les insertaron genes de resistencia a antibióticos, pueden generar bacterias que causan enfermedades o resistencia a los antibióticos en humanos y animales. Esto quiere decir que quienes consuman cultivos transgénicos con resistencia a los antibióticos, podrían tener dificultad para combatir infecciones.

  • - En los últimos tres años, las áreas plantadas en todo el mundo con cultivos transgénicos pasaron de 2,8 millones de hectáreas a casi treinta millones, y después de Estados Unidos, que tiene el 74 por ciento de esas cosechas, Argentina tiene el 15 por ciento y Canadá el 10 por ciento. Las ventas totales de cosechas transgénicas crecieron de 235 millones de dólares en 1996 a 1.500 millones en 1998. Se calcula que para el año 2000 será un negocio de más de 3.000 millones de dólares.

  • - En algunos países en que existe normativa sobre los transgénicos, sólo es obligatorio el etiquetado específico, indicando que puede contener organismos modificados genéticamente (OMGs), cuando pueda ser detectado en el alimento el ADN modificado por la manipulación genética o las proteínas procedentes de este ADN modificado, quedando excluidos de la obligatoriedad en el etiquetaje todos aquellos alimentos donde no pueda encontrarse el ADN y/o las proteínas extrañas, aunque utilicen en su composición componentes provenientes de OMGs como lecitinas, y aceites y grasas vegetales.

  • - De hecho, quedan expresamente excluidos del etiquetado obligatorio los componentes de alimentos, aunque estos procedan de OMGs, que sean clasificados en la industria alimentaria como aditivos de alimentos, saborizantes de alimentos y disolventes utilizados en la industria del procesado de alimentos. En la práctica, esta normativa deja fuera de la obligatoriedad del etiquetado aproximadamente al 90% de los alimentos comerciales que contienen OMGs o componentes de OMGs.

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