domingo, 16 de agosto de 2015

ASI ES COMO INVENTAN UN VIRUS - UN ENGAÑO ASOMBROSO


por Jon Rappoport 06 Agosto 2015
del Sitio Web JonRappoport
traducción de El Robot Pescador





  
 

A continuación traducimos un artículo de Jon Rappoport muy revelador acerca del engaño de las enfermedades y los virus, que pone en duda muchas de las "verdades médicas" que la mayoría de la gente asume como algo indiscutible.

Yahoo News, 3 de julio de 2015, El Ébola vuelve a Liberia: ¿De dónde venimos, y cómo se puede propagar? (Ebola Returns to Liberia - Where Did It Come From, and Could It Spread):
El regreso del Ébola a Liberia, con tres nuevos casos reportados esta semana en un país que fue declarado libre del Ébola, es preocupante, y plantea preguntas sobre si Liberia se había librado realmente de la enfermedad.
Estimado lector, estamos entrando en aguas profundas.

Esto no trata sólo acerca del Ébola. Trata de toda la estructura de la falsa realidad médica. Y esa falsa realidad comienza con la arrogante seguridad de que lo que está matando a un gran número de personas es un virus.

Los "expertos" se presentan como un frente unificado. Afirman que sus pruebas para estos virus son correctas, puras y de gran utilidad.

Sí, las pruebas son útiles para las compañías farmacéuticas que fabrican los medicamentos que pretenden matar a los virus y las vacunas que pretenden dar inmunidad ante esos virus.

Pero, como Rappoport ya ha demostrado tantas veces en anteriores artículos, estas pruebas de detección de los virus (concretamente la PCR, reacción en cadena de la polimerasa) están muy lejos de ser exactas.
 
Peor aún: son irrelevantes...
 


 

Y enmascaran el hecho de que el aislamiento real del virus, sacado del cuerpo humano, en realidad no se está haciendo.

¿Qué significa realmente "aislar un virus"?

La forma directa de aislar un virus, por ejemplo, consiste en extraer tejido enfermo de un ser humano, y de él separar lo que es un probable virus del material no viral; a continuación, se toman fotografías con un microscopio electrónico del probable virus.
 
Si nos fijamos en las imágenes obtenidas, veremos montones y montones del mismo virus.
 
Entonces, llegados aquí, no estaremos ante una suposición de lo que podría ser o no podría ser virus: definitivamente lo estaremos viendo, delante de nuestros ojos.
 


 

Esta es la forma directa de un virus de un cuerpo humano. No es una prueba indirecta, defectuosa e irrelevante, que pueda ofrecer datos erróneos. El aislamiento físico del virus, es lo que se tiene que hacer para empezar a decir que un virus puede ser el causante de una enfermedad.

Pero este es un método que realmente se usa pocas veces. Actualmente se utiliza por doquier el método del PCR, provocando conclusiones erróneas.

Veamos unos cuantos ejemplos de casos en los que una enfermedad se ha achacado a la presencia de un virus, pero la conclusión era totalmente errónea.
 
 

Peter Doshi
 

Peter Doshi, publicó un artículo en el BMJ (anteriormente conocido como el British Medical Journal) bajo el título, Gripe - Comercialización de las Vacunas mediante la Comercialización de la Enfermedad (Influenza - Marketing Vaccine by Marketing Disease):
"Cada año, cientos de miles de personas que sufren de gripe respiratoria son testadas en los EEUU. De los ensayados, en un promedio del 16% se encuentran rastros positivos de virus de la gripe"
Traducción: un 84% de las personas a las que se diagnostica de gripe, NO se les encuentra virus de la gripe. Cada año...

Eso significa que el virus de la gripe no está ahí.

Aquí hay otra referencia a diciembre de Doshi, de 2005 (Are U.S. Flu Death Figures more PR than Science), también en el BMJ Online, (BMJ 2005; 331: 1412):
"De acuerdo con estadísticas de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU), ‘la gripe y la neumonía' mataron a 62.034 personas en el año 2001. 61,777 de los muertos fueron atribuibles a la neumonía y 257 a la gripe, y en sólo 18 casos de estos muertos por gripe, el virus de gripe pudo ser identificado positivamente".
18 casos de muertos por gripe.
 


 

Sin embargo, ya en múltiples ocasiones, los CDC han declarado que, cada año, 36.000 estadounidenses mueren de la gripe.

Sin embargo, tal y como hemos visto, tan solo las muestras de sangre de 18 de los pacientes mostraron algún signo de presencia del virus de la gripe. ¿Esto no es manipular los datos?

Consideremos el caso de otra enfermedad: la Pelagra.

En la primera mitad del siglo XX, en los EE.UU., hubo tres millones de casos de Pelagra y 100.000 personas murieron.
 
 

Afectado por Pelagra
 

Los investigadores de los organismos de salud insistieron en que tenía que haber un germen que fuera el causante de esta enfermedad. Y lo buscaron, una y otra y otra vez.

Mientras tanto, otros investigadores descubrieron que la Pelagra se debía, principalmente, a una deficiencia de niacina, o vitamina B3. Los que se atrevieron a realizar tal afirmación, fueron desplazados a un segundo plano.
 
La ciencia oficial decía:
"Son unos idiotas, no hagan caso de ellos".
Finalmente, después de 100 000 muertes, la mayoría de los cuales eran innecesarias, los "expertos", a regañadientes acabaron admitiendo que,
"Efectivamente, la enfermedad se debe a una deficiencia de niacina"
Hace cincuenta años, se produjo un brote masivo de un trastorno del sistema nervioso en Japón. Se llamaba SMON (neuropatía subaguda mielo-óptica). Decenas de miles de casos, muchas muertes. La gente estaba alborotada.

Los investigadores dijeron que se tenía que buscar un virus, por ser el causante de la enfermedad. Y así lo hicieron. Y lo hicieron, una y otra vez. Tenía que ser un virus.

Contra la oposición general, un pequeño grupo de investigadores propuso públicamente una respuesta diferente. Según ellos, el SMON era el resultado de un medicamento de Ciba-Geigy que se estaba vendiendo para aliviar el malestar gastrointestinal.

Dicho medicamento era el Clioquinol.
 


 

Finalmente se expuso ante los juzgados el caso, se demostró que era así y Ciba tuvo que pagar cuantiosas indemnizaciones por los daños.

Por lo tanto, no era un virus. A pesar de que todo el mundo pensaba que lo era. A pesar de que los "expertos",
"sabían positivamente que lo era".
Pongamos otro ejemplo más.

Jim West, escribió un artículo para la Fundación Weston A. Price (The SARS Epidemic - Are Viruses Taking the Rap for Industrial Poisons?) sobre la epidemia de SARS:
Una fuente interna, el Dr. Frank Plummer, reveló el secreto:
"El director dijo a la revista The Scientist que el nuevo coronavirus implicado como causa de la enfermedad se puede hallar ciertamente en el medio ambiente, pero que es poco probable que sea el agente causal de la enfermedad.
 
Frank Plummer es el director del Laboratorio de Microbiología Nacional de Canadá en Winnipeg".
Plummer declaró,
"estamos encontrando que algunos de los afectados que reúnen todos los síntomas de la enfermedad del SARS, dan negativo para el virus del SARS. Es algo desconcertante.
 
Las cantidades de virus que estamos encontrando, cuando las encontramos, son tan pequeñas de sólo son detectables con pruebas de PCR muy sensibles"


 

De hecho, incluso cuando se encontraban restos del virus que se creía causante del SARS en los pacientes, la cantidad era tan pequeña que no había manera de determinar si podía realmente causar la enfermedad.

Frank Plummer finalmente admitió que el porcentaje de casos de SARS en el que el virus estaba presente era próximo a cero.

Traducción:
la enfermedad del SARS no era de origen viral.
Pongamos otra referencia más, que arroja mucha más luz sobre lo que significa realmente el asunto del "aislamiento de un virus".
 


 

Es un extracto de una entrevista realizada por la periodista Christine Johnson, titulada "¿Existe el VIH? - Does HIV exist" a la Dra. Eleni Papadopulos, una biofísica que lidera un equipo de científicos que estudian el VIH/SIDA en Perth, Australia.

Durante la última década, Papadopulos y sus colegas han publicado numerosos trabajos científicos que cuestionan la hipótesis del VIH/SIDA.

Este es un breve extracto de la entrevista, publicada en primitivism.com:
 
 

Dra. Eleni Papadopulos

 

CJ (Christine Johnson): ¿El VIH (virus de la indemonudeficiencia humana) es el causante del SIDA?

EPE (Papadopulos): No hay pruebas de que el VIH cause el SIDA.
 

CJ: ¿Por qué no?

EPE: Por muchas razones, pero la más importante, es que no hay ninguna prueba de que el VIH exista realmente.
 

CJ: ¿No dijeron Luc Montagnier y Robert Gallo que habían aislado el VIH a principios de los años ochenta?
 
 

Robert Gallo y Luc Montanier

 

EPE: No. En los artículos publicados en Science por los dos grupos de investigación, no hay ninguna prueba del aislamiento de un retrovirus procedente de los pacientes con SIDA…
 

CJ: Ellos afirman que aislaron un virus.

EPE: Nuestra interpretación de los datos es diferente. Para probar la existencia de un virus se tienen que hacer tres cosas. Primero, cultivar células y encontrar una partícula que usted crea que puede ser un virus. Obviamente, por lo menos, esa partícula debe ser similar a un virus. En segundo lugar, usted tiene que idear un método para obtener esa partícula por sí misma aisladamente, para que poder hacerla pedazos y analizarla adecuadamente. Luego hay que demostrar la partícula puede hacer copias fieles de sí misma. En otras palabras, que se puede replicar.
 

CJ: ¿No puedes mirar simplemente mirar en un microscopio y decir que hay un virus en los cultivos?
 


 

EPE: No, no se puede. No todas las partículas que se parecen a un virus son realmente virus.
 

CJ: Entonces, ¿qué es lo que han hecho que salga mal la investigación sobre el SIDA?

EPE: No es tanto una cuestión de lo que ha hecho que la investigación salga mal. Es más una cuestión de lo que se ha dejado a un lado. Por alguna razón desconocida no se siguió el método de aislamiento retroviral que se llevaba utilizando durante décadas y que se había utilizado para estudiar los retrovirus en animales. Los retrovirus son partículas increíblemente diminutas, casi esféricas, con diámetros de alrededor de cien nanómetros (una diez milésima parte de un milímetro). Millones podrían caber cómodamente en la cabeza de un alfiler.
 


 

CJ: Entonces, ¿qué es lo que vemos en las fotos de microscopio electrónico del VIH publicadas en 1997?

EPE: Estas fotografías reivindican la posición que hemos mantenido desde el principio. Dos grupos, uno franco-alemán y otro del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos publicaron fotografías. Lo primero que debemos decir es que los autores de estos estudios admiten que sus imágenes revelan que la gran mayoría del material es celular. Los autores describen todo este material como "no viral", o como "falsos virus" o "microvesículas", que encapsulan fragmentos celulares.
 

CJ: ¿Existen partículas virales en estas fotos?

EPE: Hay algunas partículas que los investigadores dicen que son partículas retrovirales. De hecho, afirman que son partículas del VIH, pero no dan ninguna evidencia de por qué afirman eso.
 
 

Representacion del VIH

 

CJ: Pero habrá montones de esas partículas de VIH, ¿no?

EPE: No. Cuando usted toma una micrografía electrónica, las partículas de VIH deberían llenar toda la imagen. En cambio, estos candidatos a retrovirus son componentes minoritarios de las micrografías electrónicas publicadas. Por lo tanto, las moléculas extraídas de estas muestras no se puede suponer que provengan de esas partículas similares a un retrovirus.

Lo que este fragmento de entrevista revela, es que los 'expertos' no tienen automáticamente la razón cuando afirman pomposamente "Es un virus". Y si eso ha sido así en tantos casos anteriores, ¿por qué razón tendríamos que creerles también en el caso del Ébola?

Hace poco, Jon Rappoport tuvo un intercambio de correos electrónicos con el doctor David Rasnick.
 
 

David Rasnick

 

Rasnick obtuvo su doctorado en el Instituto de Tecnología de Georgia, y pasó 25 años trabajando con proteasas (una clase de enzimas) y con inhibidores de la proteasa. Es autor del libro, "El desequilibrio cromosómico, una teoría del Cáncer". Fue miembro del Grupo Asesor Presidencial del SIDA en Sudáfrica.

El tema de la conversación entre Rappoport y Rasnick fue el aislamiento del virus Ébola de los humanos.

La pregunta clave era:
¿se ha aislado alguna vez, de forma real, el virus del Ébola en humanos?
Recordemos que el aislamiento directo del virus es muy diferente de las pruebas de diagnóstico, tales como las pruebas de anticuerpos o el PCR, que son dos métodos indirectos de evaluación.
 
 

Analizador PCR
 

Cualquier discusión sobre el virus del Ébola, debe comenzar con la cuestión del aislamiento directo del virus.

Toda la presunción de un brote de Ébola y de la consiguiente epidemia, se apoya en esta cuestión: ¿Ha sido aislado y purificado alguna vez el virus del Ébola de un ser humano?

He aquí lo que escribió Rasnick, después de realizar una búsqueda del tema en la literatura publicada:
"He examinado en detalle la literatura sobre el aislamiento del virus y las Ems (imágenes de microscopio electrónico) de los virus Ébola y Marburg.
 
No he encontrado ninguna evidencia convincente de que el virus del Ébola (y lo mismo para el Marburg) se haya aislado en los seres humanos. Ciertamente, no hay pruebas de confirmación del aislamiento humano.

Busqué en el sitio Web de los CDC y no había nada.
 


 

El CDC afirma que 7.728 casos de virus del Ébola han sido "confirmados en laboratorio".

Le pregunté a los CDC, en qué consistía el aislamiento del virus de Ebola procedente de muestras humanas. También les pregunté por el protocolo seguido para el aislamiento del virus Ébola.

Y aún no he obtenido una respuesta convincente de los CDC hasta esta fecha.
 
 
 
 
Prácticamente todo lo que es conocido sobre el Ébola y el Marburg, procede de cultivos celulares y de pruebas con animales.

Existe la posibilidad de que los virus Ébola y Marburg sean artefactos de laboratorio.
 
Me inclino a pensar que este es el caso.

Lo que quiero decir es que los virus son reales, pero que pueden existir en niveles muy bajos en los animales salvajes e incluso en los seres humanos, a niveles muy por debajo de los necesarios para causar enfermedades.

Estos virus ‘pasajeros' se pueden activar y amplificar en condiciones de cultivo de laboratorio diseñadas para ese propósito, con el fin de producir partículas virales suficientes para ser caracterizadas.
 


 

Los virus que causan enfermedades reales, se encuentran en abundancia en los tejidos enfermos. Los puedes ver en los tejidos primarios, usando Microscopios Electrónicos. No es necesario amplificar el virus en un cultivo celular.

Siempre tiendo a sospechar cuando el cultivo de células es la única manera de que un virus sea observable por Microscopio Electrónico"

Los hallazgos de Rasnick son un desafío directo para toda la teoría básica sobre el "brote de Ébola".

Si efectivamente, el virus del Ébola nunca ha sido aislado de un ser humano, la llamada epidemia no está comprobada.
 


 

Decir esto es muy chocante.

Cuando los funcionarios de salud pública y los gobiernos afirman que hay una epidemia, la carga de la prueba recae sobre ellos.

En este punto, se debe, en primer lugar, mostrarle a alguien, en algún lugar, de forma correcta, directa e innegable, un virus del Ébola aislado de un ser humano.

Queremos ver las evidencias...

Las personas pueden enfermar por factores muy distintos a los virus; factores que son ignorados o incluso provocados, con el fin de mantener a la población en un estado debilitado, incapaz de resistirse a sus líderes políticos y a las grandes corporaciones decididas a apoderarse de las tierras y los recursos.

A esto debemos añadir que, atribuir las enfermedades a causas virales falsas, abre la puerta a vender grandes cantidades de medicamentos tóxicos y vacunas fabricados por las grandes empresas farmacéuticas.
 


 

Estos falsos "brotes y epidemias" víricos, también sirven para mantener a las poblaciones en un estado de miedo, para que les supliquen a sus líderes soluciones.

Es una forma de programar la sumisión y dependencia de la población.

Debemos desenterrar los supuestos más básicos, esas suposiciones que la mayoría de personas aceptan como verdades indiscutibles y que nunca creerían que son falsas y mucho menos, intencionadamente falsas.

Y el tema de los virus y las enfermedades que provocan, es uno de estos supuestos…

EL LENGUAJE DE LA BESTIA



del Sitio Web GazzettaDelApocalipsis





 
 
La Bestia habla... Tiene un idioma propio...

Esa bestia, a la que llamamos Sistema, tiene una presencia cada vez menos abstracta: ya empieza a ser un ente con unas características bien definidas y reconocibles.

Y una de ellas es un lenguaje propio, con unas lógicas propias y con una intencionalidad final concreta.

Un lenguaje que ha sido inoculado en nuestras mentes y que nos ha programado a todos sin que nos demos ni cuenta, para que seamos partícipes directos de la eliminación de nuestra propia identidad individual y de nuestra conversión en meras piezas de la maquinaria.

Como hemos dicho con anterioridad en otros artículos, el Sistema actúa como si fuera una especie de maquinaria psíquica, que está instalada en nuestras psiques, programando todas nuestras acciones de forma semi-inconsciente.
 

 

Es muy difícil identificarlo correctamente, pues no tiene nombre, ni cara, ni cuerpo, ni podemos hacernos una imagen clara de él; se refleja en todas nuestras expresiones culturales, en lo que creemos que son nuestros anhelos y sueños, en nuestras leyes, en nuestras creencias e ideologías.

Solo podemos detectar su presencia poderosa y omnisciente en los resultados, constatando que efectivamente está ahí, oculto en cada gesto y en cada uno de nuestros actos, dirigiendo la orquesta humana desde las sombras del inconsciente colectivo…

Pero desde hace un tiempo, relativamente corto, ha dado un salto adelante. Ha salido de las sombras y ha empezado a hablar con una voz propia cada vez más reconocible...

El suyo es un lenguaje explícito, frío y eficiente… pero también es extremadamente sincero:
nos dice, sin ambages, que no nos considera seres humanos individuales, sino simples números, susceptibles de ser sumados, restados o borrados en cualquier momento.
Lo podemos percibir en la profusión de lenguaje estadístico que inunda nuestras existencias y que nos ha convertido a todos en cifras abstractas parametrizables.

Un ejemplo claro de como ese lenguaje está calando en nuestras mentes y en nuestra visión del mundo y de la realidad, lo podemos encontrar en los medios de comunicación y más concretamente al escuchar cualquier noticiario televisivo.
 


 
 
 

LA LENGUA DE LA BESTIA EN LA TV
Fijémonos, por ejemplo, en lo que encontramos en un noticiario televisivo de forma habitual.

Las noticias vienen acompañadas de una amplia profusión de fríos datos estadísticos, cuyo efecto principal es la uniformización, la despersonalización y la eliminación de cualquier expresión de individualidad.

Cuando combinamos esa deshumanización estadística con un bombardeo de imágenes morbosas, en forma de grandes desastres, espectaculares accidentes, explosiones, cadáveres, dolor y muerte, eso acaba teniendo un efecto devastador sobre nuestra forma de ver el mundo, a las demás personas y a nosotros mismos.

Nos hemos acostumbrado a ver morir a seres humanos y a convertirlos automáticamente en datos estadísticos en nuestro cerebro, en forma de muertos o heridos y clasificándolos según etiquetas, como si fuera la cosa más natural del mundo.

Podríamos decir que la máquina nos está "mecanizando" a nosotros también, programando nuestras mentes con su lógica fría y calculadora, para que seamos como ella.
 


 

Pongamos un ejemplo:
supongamos que por la televisión, en un noticiario, nos muestran uno de esos vídeos de accidentes desgraciados grabados con una cámara de vigilancia.

Nos muestran a una persona que pasea tranquilamente por la calle con su perrito y de repente, vemos como el animal cruza la calle de improviso, su dueño corre tras él y lo atropella un coche.
 
Ver una imagen como esta, puede provocarnos un impacto emocional. No importa si esa persona es china, rusa, blanca o negra.
 
Nos identificaremos con ella porqué está haciendo algo que podríamos hacer nosotros y le sucede algo que también podría sucedernos a nosotros mismos o a algún ser querido.
 
Eso provoca que sintamos empatía hacia esa persona y que su desgracia nos provoque un cierto grado de dolor.
¿Pero qué sucede si yo acompaño esas imágenes con una nutrida dosis de fríos datos estadísticos?

Supongamos que nos muestran esas mismas imágenes, pero una voz en off nos va diciendo que,
"cada año mueren 1500 personas atropelladas por distracciones en las ciudades del país, de las cuales, un 25% fallecen",
...y posteriormente nos muestran vídeos muy cortos o en multipantalla de muchos otros atropellos en diferentes países, con los datos estadísticos comparativos de víctimas en aquellos lugares, con números de muertos, heridos y tantos por ciento de hombres y mujeres atropellados.

Esa profusión de datos, acompañada de las imágenes impactantes, tiene un efecto demoledor en nuestra forma de ver y sentir la realidad.
 


 

De repente, ya no vemos a esa persona desconocida concreta con la que podíamos identificarnos y que podía provocarnos empatía; esa empatía se ve sustancialmente reducida, porque esa persona pasa a ser el reflejo visual de un dato estadístico.

Bien, pues este efecto de programación en nuestra mente, se repite de forma incesante y constante, hora tras hora, día tras día, sin que seamos conscientes de ello, como un veneno que va calando en nuestra psique gota a gota.

Esa es la función principal de los medios de comunicación de masas: son la herramienta de uniformización masiva más poderosa de todos los tiempos.

Son la antena desde la que el sistema emite constantemente los paquetes de datos que deben ser instalados en nuestros cerebros para las consiguientes "actualizaciones diarias del software del Sistema".

Si los analizamos con atención descubriremos que esta programación mental propia de una máquina, está estructurada con una serie de lógicas internas completamente perversas, de las que nadie se da ni cuenta.
 


 
 
 

LA MAGNITUD DE LA TRAGEDIA
El lenguaje de programación mental que nos transmiten los noticiarios, no se limita a reducir a las personas a simples cifras estadísticas:
también las clasifica de forma lógica según un sistema de valores implícito, y a la vez, crea un sistema paralelo de simulación cuantitativa de empatía hacia los demás, algo parecido a una nueva sub-rutina de programación mental basada en emociones pre-fabricadas y parametrizables, cuyo objetivo es sustituir los posibles rastros de empatía real, espontánea y sincera que aún alberguemos y que nos caracteriza como individuos humanos.
Vamos a intentar aclarar lo que acabamos de exponer.

Cada día las noticias nos muestran a personas muriendo o sufriendo.

Pero a todos se nos hace más que obvio que los medios cuantifican sibilinamente la cantidad de empatía que debemos sentir hacia esas personas dependiendo de sus características:
los medios no las tratan a todas por igual.
Hay diferentes escalafones, determinados por la raza o la proximidad étnica o nacional.

Incluso hay diferentes escalas dependiendo de las clases sociales y las profesiones.

Por ejemplo, en un noticiario cualquiera, de forma inadvertida y sutil, se nos transmite la idea de que un policía o un agente de la autoridad siempre tiene 'más' valor que cualquier otro civil.
 


 

Cuando las víctimas son policías, siempre se cuentan aparte del resto, como si fueran de una clase superior.
 
¿Cuántas veces hemos escuchado narraciones del tipo,
"en el tiroteo, se produjeron 5 víctimas mortales, 2 de las cuales eran policías?"
Es una distinción continuada que los periodistas ya parecen hacer de forma inconsciente.

Pero en muchos casos, este tipo de distinciones no tienen nada de inconsciente, sino que estamos ante una manipulación emocional premeditada de carácter político.

Recordemos cuando en España sufríamos los atentados de ETA y moría un policía, un guardia civil o un militar:
siempre nos decían cuántos hijos tenía la víctima, con la intención poco disimulada, de manipular nuestras emociones y generar una respuesta empática en favor de la víctima (y por lo tanto del gobierno) y de rechazo visceral hacia los terroristas.
Como vemos, el lenguaje de programación mental del Sistema que nos transmiten los noticiarios, contiene implícitamente una escala de valoración de las personas dependiendo de su "clasificación" dentro de la sociedad.
 


 

Si en una noticia nos dicen que mueren 4 obreros en un accidente laboral (en el caso excepcional de que nos hablen de un muerto en accidente laboral que no lleve uniforme y pistola), ¿alguna vez nos notifican cuántos hijos huérfanos dejan esos trabajadores?

Nunca, o casi nunca...

Y la razón implícita de ello es que, siguiendo la lógica interna del Lenguaje del Sistema, un obrero tiene un valor muy inferior a un policía y por lo tanto no es necesario condicionar una respuesta empática artificial ante su desaparición, básicamente porque el sistema tampoco obtendría ningún beneficio al hacerlo, como sí sucede al tratar de generar empatía con alguien que representa a la autoridad y al poder.

Esa es la cruda realidad.

Pero la perversión implícita en este lenguaje del Sistema, va mucho más allá aún.

Este es un razonamiento que a algunas personas les puede incomodar, pero la realidad es que todas las catástrofes o tragedias que nos cuentan en los noticiarios, siguen unas fórmulas implícitas que todos tenemos asumidas de forma inconsciente.

Cualquier tragedia es cuantificable tanto en Magnitud como en Intensidad y dispone de su propia unidad de medida, como la tiene la distancia, el volumen, la fuerza o la corriente eléctrica.

No seamos hipócritas:
la MAGNITUD de una tragedia se mide en Muertos. Y los heridos, son algo parecido a los decimales.
¿Cuántas veces hemos escuchado en las noticias algo como "el accidente provocó 21 muertos y 37 heridos"?

Eso significa que la magnitud de la tragedia, fue de 21.37. Un suceso con 1 muerto y 3 heridos, tiene una magnitud de 1.3 y uno con tan solo 26 heridos, una magnitud de 0.26

¿Parece un cálculo frío e inhumano de lo que es una tragedia? Lo es. Es inhumano...

Pero este es el lenguaje de la Bestia, el lenguaje del Sistema, que inadvertidamente los medios de comunicación inoculan en nuestra psique.

Y todos lo tenemos plenamente asumido de forma inconsciente:
programa nuestra mente como si fuéramos poco más que autómatas.


 

Pero no solo se cuantifica inconscientemente la Magnitud de las tragedias.

También se cuantifica la Intensidad de la tragedia, es decir, la carga emocional o empatía condicionada que debe provocar en el espectador. Y para cuantificar la intensidad de la tragedia, existe otra unidad de medida: el Niñomuerto.
  • ¿Cuántas veces hemos escuchado en las noticias algo como "el accidente provocó 200 muertos, 75 de los cuales eran niños"?
     
  • ¿Qué nos transmite una noticia redactada de esta manera?
Pues que la tragedia tuvo una Magnitud de 200 y una Intensidad de 75.

La función final de la cuantificación de la Intensidad de la tragedia, midiéndola en niños muertos, es condicionar la cantidad de empatía que el suceso debe despertar en nosotros. Es un mecanismo que busca programar y cuantificar nuestra respuesta emocional, convirtiéndola en algo fácilmente parametrizable, como si fuéramos máquinas.
 
 
 

Puede parecer una exposición muy dura y descarnada, pero esa es la auténtica realidad y la podemos constatar cada día cuando encendemos la televisión, escuchamos la radio o leemos las noticias en un diario o en Internet.

Y puesto que todos hemos aceptado funcionar según estos parámetros de programación, ¡Dejémonos ya de tanta hipocresía y digamos las cosas por su nombre, de forma explícita y sin tantos rodeos!

Hagámoslo de una vez:
añadamos ya estas unidades de cálculo de tragedia a las ya múltiples unidades de medida del Sistema Internacional. Pongamos al Muerto y al Niñomuerto al lado del Metro, el Kilogramo, el Amperio, el Newton o el Joule.
Que no mareen más la perdiz nuestros amigos los periodistas:
que lo digan con toda naturalidad…"Última hora: se ha producido una tragedia de 200.42 Muertos de magnitud y una intensidad de 55 Niñosmuertos".
Porque de hecho ya lo hacen y solo la repugnante hipocresía de nuestra sociedad y del mundo periodístico en particular, les impide exponerlo explícitamente.
 


 

Y ya puestos a arrancar máscaras y a aceptar sin tapujos que hemos sido programados con el frío e insensible lenguaje de la Bestia, acabemos de deducir qué otras fórmulas se ocultan en su interior.

Hemos hablado de las unidades de magnitud e intensidad que sirven para cuantificar las tragedias y la respuesta emocional condicionada que deben provocar en el espectador.

Pero dichos cálculos se ven alterados por un conjunto de parámetros adicionales que no podemos ignorar. Y es que como ya indicábamos antes, no todos los muertos cuentan igual.

Para calcular el valor de un muerto, también se aplica algo parecido a una fórmula matemática implícita, que incluye una serie de factores correctores.

La cantidad de valor que tiene un muerto depende de,
  • su profesión (un político cuenta más que un policía y un policía más que un barrendero o un camionero, por ejemplo)
  • su posición social (un empresario rico vale más que un obrero)
  • su nivel de celebridad (un jugador de fútbol famoso vale más que un maestro de escuela), etc.
Y a ello, debemos añadir los importantes factores correctores referentes a la raza, la cultura o la procedencia.

En Occidente, por ejemplo,
  • un blanco vale por 1, un oriental vale por 0,3 y un africano negro o un indio, valen por 0,1
  • un hindú, un musulmán o un budista vale menos que un cristiano
  • un alemán vale más que un rumano
  • un norteamericano vale mucho más que un bengalí, etc...


 

Además, si la víctima habla tu idioma vale más que si lo hace en otro idioma; y podríamos decir que el valor dado a la víctima de una tragedia, también es inversamente proporcional a la distancia entre su lugar de origen y el tuyo.

A ello debemos añadir un factor adicional de corrección referente a la forma en que se han producido las víctimas.
 
Por ejemplo, a un muerto en accidente de avión se le otorga un valor de tragedia superior a un muerto por hambruna, a causa del impacto visual y psicológico del suceso… y así con un largo etcétera de condicionantes diversos.

Todos estos elementos configuran algo parecido a una fórmula matemática que aplicamos de forma inconsciente a cada víctima cuando en las noticias nos hablan de cualquier tragedia o suceso.

Es este conjunto de rutinas lógicas, instaladas inadvertidamente en nuestra mente, las que provocan que sintamos un mayor impacto emocional por 4 muertos por un accidente de avioneta en nuestro país, que por 5.000 muertos en Etiopía a causa del hambre o de la guerra.

Si habláramos solo de "magnitud nominal" de la tragedia, la tragedia de Etiopía tendría una magnitud de 5000 respecto a la de 4 de nuestro país… pero los factores correctores reducen enormemente el valor de la unidad de magnitud de tragedia (el Muerto) en el caso de los etíopes, de manera que cada muerto etíope queda reducido a apenas unas milésimas de "muerto occidental" próximo a nuestra casa.

Sí, es muy cruel hablar en estos términos… pero así es el lenguaje de la Bestia, instalado en nuestra mente y actualizado y reforzado, cada día, por los medios de comunicación.

Y lo aplicamos constantemente, como si fuera la cosa más natural y lógica del mundo.

Otra cosa es que nos neguemos a aceptar que nuestro cerebro está programado con estos parámetros… allá cada uno con su nivel de tolerancia a la hipocresía.
 


 
 
 

LA NUEVA RELIGIÓN
Esta es la cruda realidad y este es el lenguaje con el que la maquinaria del Sistema está programando nuestra mente a nivel profundo.
 
Susurra incesantemente sus cifras estadísticas en nuestros oídos, como un mantra que nos aturde las emociones, hasta el punto de que ya no vemos a las demás personas como iguales a los que amar o respetar, sino como datos sumables o restables, como puntitos lejanos que oteamos desde una gran altura y por los que no podemos sentir nada.

Este lenguaje, con su lógica fría y su simulación numérica y simplista de lo que es la emoción o la empatía, tiene la capacidad de convertir lo mágico, lo misterioso, lo inaprensible, en una mera desviación estadística.

Por lo visto, es el lenguaje del nuevo mundo hacia el que nos encaminamos.

Un lenguaje científico y tecnocrático, en el que los individuos de valor incalculable, con sus sueños y talentos únicos, son sacrificados impíamente en los altares de la 'eficiencia' del Sistema, para aumentar en un 0,1% algún indicador estadístico de la gran maquinaria.

Nos han infectado la mente con este nuevo lenguaje, con el objetivo de que nos adaptemos sumisamente al nuevo mundo que se está gestando y para que concibamos sus lógicas internas como algo natural e inevitable, como lo es el paso del tiempo , la ley de la gravedad o la constante de la velocidad de la luz.

Y de hecho, es algo que ya está sucediendo; la infección ya ha llegado a lo más hondo de nuestra psique.
 
 
 

Con la crisis, hemos visto como a gran cantidad de personas, con sus sueños, sus anhelos y décadas de esfuerzos denodados a sus espaldas, se las ha "desechado" como piezas inservibles, para favorecer un descenso de 100 puntos en la Prima de Riesgo, o para aumentar en un 0,3% el crecimiento económico interanual.

¡Y la mayoría de gente se lo ha tragado como si fuera la cosa más 'natural' del mundo!
Por lo visto, la inmensa mayoría de la población está dispuesta a sacrificarse en pos de alguna cifra macroeconómica abstracta, sin tan solo preguntarse qué representa esa cifra, si es algo real o no, ni a quien favorece realmente la mejora de ese indicador de significado tan difuso.

Con expresión resignada nos encaminamos nosotros mismos hacia el altar de la oblación, siguiendo el sendero de la "responsabilidad ciudadana", para ser sacrificados por la gloria del Dios-Sistema.

Las voces de los grandes sacerdotes resuenan en los altavoces mediáticos, prometiéndonos que,
"nuestra sangre fertilizará los campos y aumentará el rendimiento de las cosechas en un 10%",
...y conformados, nos tumbamos sobre el altar para que nos desollen… y ya ni tan solo, en el colmo de nuestra derrota como seres humanos, exigimos que se realice un ritual decente para nuestra inmolación, adornado con bellos cánticos de ofrenda o danzas ceremoniales.
 
¡Que va! Nos han programado hasta tal punto, que permitimos que cualquier funcionario gris y mediocre nos abra en canal y nos despelleje con desprecio, como si fuéramos reses en un matadero.

Y aquellos que se atreven a rebelarse y levantan sus gritos llamando a la rebelión, a la desobediencia, o incluso a quemar el templo, no tardan en ser acallados por sus propios compañeros, que los acusan de violentos, de insolidarios o de vagos improductivos que no están dispuestos a sacrificarse por el bien común, el progreso de la humanidad, o la recuperación patria.

Son los nuevos herejes, ahora denostados bajo el apelativo de "terroristas anti-sistema" y no tardan en ser golpeados o incluso linchados por esas masas dispuestas a eviscerarse por la "gran causa" del Dios-Sistema.

Imaginemos por un momento, ¿qué habría pasado durante esta crisis (2015), o ahora, durante la impostada fase de recuperación, si el lenguaje de la Bestia no estuviera instalado en nuestra mente con toda su parafernalia estadística?

La reacción de la población habría sido muy diferente.
 


 

Si la gente no se hubiera creído, absolutamente convencida, que su sufrimiento y sus apuros servían para que la prima de riesgo bajara 70 puntos o las expectativas de crecimiento pasaran del 0,9% al 1,4%, nadie habría tragado con la situación.
 
Los ciudadanos solo se habrían fijado en los aprietos de su día a día, solo habrían visto a sus hijos viviendo peor que antes y eso los podría haber llenado de una rabia incontenible de impredecibles consecuencias.

Sí, es cierto, la rabia ha existido, se ha reflejado en las calles de alguna manera, pero ha sido apaciguada en gran manera (entre otros factores) por la susurrante voz de la Bestia...
 
Con su lenguaje falaz y su profusión de datos, ha conseguido hipnotizar a las masas y desviar toda esa rabia real y tangible, diluyéndola en un mar de datos abstractos e incomprensibles.

Ha sido al otorgarle cifras estadísticas al sufrimiento individual, disfrazándolo de esfuerzo colectivo, cuando la gente ha aceptado sumisamente su estado de precariedad.

Cada gota de sufrimiento ha sido sustituida por un "dato estadístico esperanzador" que indicaba unos "prometedores resultados" y una "incipiente recuperación" y la gente ha seguido recibiendo los latigazos con la cabeza gacha, pensando,
"bueno, ahora toca remar fuerte, pero pronto llegaremos a puerto", como esclavos en una galera romana a los cuales se les comunica, tras una jornada extenuante, que "han rendido un 0,25% mejor que el día anterior y que su navío es un 1,2% más rápido que el resto de galeras de la flota".


 

Mucha gente dirá que ha sido el gobierno el que ha manipulado a la población, ofreciendo todos esos datos macroeconómicos esperanzadores; pero esa solo es una visión superficial de la situación.
 
La realidad profunda, es que si nuestra mente no hubiera sido programada con el lenguaje de la Bestia y si no lo hubiéramos interiorizado tanto, hasta el punto de alterar nuestra percepción de la realidad, los gobiernos no dispondrían de ningún resorte para conducirnos como un rebaño.

La clave de todo, radica en la aceptación de los programas mentales.

Somos esclavos en una galera, que pensamos:
"Hoy me han pegado 3 latigazos, pero la media para esta galera es de 4 latigazos diarios, ¡soy afortunado!"

"Hoy han muerto 8 remeros por extenuación, pero en el resto de galeras mueren 10…tenemos un índice de mortalidad del 80% respecto a la media de la flota romana, ¡qué satisfactorio!"

"Hoy ha fallecido mi compañero de remo; es el cuarto de este mes, lo que indica un descenso interanual en el número de compañeros fallecidos en acto de servicio… ¡Las condiciones mejoran!"


 

¿Dónde está la dignidad y el amor incondicional por la propia vida y por la de los demás?

Si pensamos así, si sustituimos cada latigazo y cada abuso, cada muestra de nuestra hiriente esclavitud e indignante sometimiento, por un dato estadístico vacío de sentido,
  • ¿Quién es el principal culpable de nuestra situación?
     
  • ¿El que abusa de nosotros y lo decora con datos vacíos para sacar beneficio de nuestro lavado de cerebro, o nosotros, que nos creemos este lenguaje y lo tenemos interiorizado como si fuera algo real?
     
  • ¿Qué sucedería si ignoráramos toda esta acumulación de datos vacuos y nos centráramos en el dolor del latigazo y en la injusticia de estar encadenados en un navío, remando hasta la muerte, para beneficio de un sistema que desprecia nuestra existencia?
A base de calcular las condiciones estadísticas de nuestra esclavitud, hemos acabado olvidando lo realmente esencial:
que somos esclavos, que estamos encadenados a un remo y que nos pegan latigazos para que sigamos remando.


 

Solo centramos nuestra atención en contabilizar los latigazos, en lugar de focalizar toda nuestra energía en luchar por dejar de ser unos esclavos de una vez por todas.

¡Debería darnos vergüenza...!

La dignidad no se puede cuantificar; no es algo negociable o relativizable. Se tiene o no se tiene. Uno se respeta a sí mismo o no se respeta. Punto. Y lo mismo sucede con las demás personas.

Como ya hemos dicho otras veces, nuestro valor real es incalculable.

Pero es algo que hemos olvidado por completo.
 


 
 
 

LOS NUEVOS SACERDOTES
Debemos reconocer que el Sistema es una maquinaria tremendamente eficiente a la hora de manipularnos y reducirnos a la nada.

Ha conseguido programar nuestras mentes, primero para que sacrificáramos nuestras vidas por conceptos abstractos, pero con un reflejo tangible y real, como eran las patrias, las religiones y las ideologías.

Y con el paso del tiempo, ha dado un paso más y está consiguiendo que sacrifiquemos nuestra existencia y nuestra dignidad por simples datos estadísticos, mucho más abstractos y difusos, hasta el punto de que prácticamente existen solo dentro de nuestra mente.

Podemos decir, alto y claro, que,
  • Los datos y las macro-cifras estadísticas, son la nueva representación de la divinidad.
     
  • La imagen icónica del nuevo Dios al que debemos entregar nuestras vidas y las de nuestros hijos si es necesario.
     
  • Ahora, la santísima trinidad son la Eficiencia, el Rendimiento y la Sostenibilidad.
     
  • A través de ellos se alcanza el paraíso.
     
  • Todos hemos aceptado este nuevo modelo de divinidad; todos nos hemos subyugado servilmente a esta entidad abstracta.
     
  • Y con ella, aceptamos la autoridad implacable de sus máximos representantes: los tecnócratas, los flamantes sacerdotes de la nueva religión mundial.


 

Ellos son los portavoces máximos de los designios de nuestro nuevo dios:
la Máquina-Sistema, que exige continuos sacrificios de sangre para ser cada vez más eficiente.
Los viejos dogmas de fe de la religión han muerto para siempre:
ahora la nueva religión es la ciencia y tiene un lenguaje litúrgico propio.

Las túnicas han caído y las sotanas se apolillan en los armarios por el desuso… pero que nadie crea que los viejos sacerdotes han desaparecido.

Ahora llevan batas blancas cuando pertenecen a la Sagrada Orden de los Científicos, o visten trajes y corbatas cuando forman parte de la Santa Orden de los Economistas; y han cambiado sus cruces y báculos por tubos de ensayo, escáneres cerebrales y completas auditorías de las cuentas.
 


 

Sus antiguos sermones se han convertido en sesudos estudios científicos igualmente dogmáticos, pues son portadores de una supuesta verdad absoluta indiscutible, respaldada por presuntos datos incontrovertibles.

Es la religión del Nuevo Mundo...
  • el destino de los individuos seguirá estando escrito de antemano, como antaño
  • ahora vendrá determinado por tantos por ciento y cifras solo escrutables por los magnos sacerdotes
  • nuestro destino vendrá determinado por nuestra inclinación genética, cuantificable mediante probabilidades y por condicionantes socio económicos parametrizables mediante análisis estadísticos
Los nuevos sacerdotes,
  • determinarán si en base a estos datos debemos ir en una dirección o en otra
  • determinarán si seremos más eficientes para el sistema ocupando una u otra posición social
  • si seremos prescindibles o si debemos ser reciclados
  • si iremos al cielo de la eficiencia o al infierno de la improductividad
La nueva doctrina, vomitada por los nuevos sacerdotes nos dice:
"No sois nada. Solo sois paquetes de datos clasificables. Y estáis al servicio del Dios-Sistema. Lo amaréis por encima de todas la cosas y temeréis su ira cuando oséis ignorar sus designios"
¿Acaso no son los mismos conceptos que han encadenado nuestras mentes durante milenios, pero mucho más evolucionados y perfeccionados?

¡Es fascinante la capacidad que tiene el Sistema para cambiar de piel y adaptarse a las nuevas circunstancias que su propia evolución va generando...!

jueves, 13 de agosto de 2015

ALGUNOS MODOS EN QUE PERSONAS ESPIRITUALMENTE ILUMINADAS VEN LA MUERTE

 
 

 
 
 
 

por Steven Bancarz
Julio, 2015
traducción de Adela Kaufmann Versión original en ingles
 
 
Steven Bancarz, es el creador de 'Espíritu Ciencia y Metafísica'. Él está trabajando en una nueva plataforma social que se está construyendo, llamada 'El Foro Consciente' para proporcionar el mejor lugar en línea para las personas de mente abierta para discutir, participar y conectarse entre sí de una manera nunca antes ofrecido.
 
 
 
 
 
 
 
  • El ateísmo nos dice que cuando morimos, no vamos a ninguna parte excepto al suelo.
     
  • El naturalismo nos dice que nuestra conciencia es creada por el cerebro y cuando el cerebro muere termina nuestra experiencia.
     
  • La Religión nos dice que o bien vamos al cielo o al infierno, en base a nuestro sistema de creencias.
 
Pero, ¿hay una cuarta opción que nos falta aquí? 
 
En nuestra cultura, tendemos a pensar en el más allá, ya sea como superstición religiosa o una dicotomía cielo/ infierno, cuando en realidad hay tantas maneras diferentes de entender la muerte de un punto de conciencia.
 
Por conciencia, me refiero a tener en cuenta las pruebas científicas, experiencias y revelaciones personales, intuiciones, sabiduría antigua, testimonios anecdóticos, lógica, y combinar estas cosas con la forma en que el universo funciona como un organismo. 
 
Así que, ¿qué nos sucede realmente cuando morimos?, y ¿cómo hemos de entender la muerte desde un lugar de conciencia espiritual?
 
Aquí están 5 maneras en las que la gente espiritualmente iluminada ve la muerte:
 
 
 
 
 
 
 
 
1) La muerte es creatividad
La muerte no es el fin, ni es el comienzo.
 
Es simplemente parte de un proceso creativo continuo universal de regeneración. Cuando una célula en su cuerpo muere, es reemplazada inmediatamente con una nueva célula. No llamaríamos realmente muerte celular al proceso de regeneración de las células, porque la muerte es sólo el 50% del proceso creativo en el cuerpo. 
 
Cuando el cuerpo físico muere, se descompone en la tierra para ser reciclado, mientras que la conciencia (o matriz de la memoria) pasa a ser reciclada en un nuevo cuerpo.
La muerte es parte del proceso de reciclaje de la materia y la conciencia de la Naturaleza.
 
Aquí está Deepak Chopra explicando más claramente lo que esta visión de la muerte realmente significa.
 
 
 
 
 
 
 
2) La muerte es una transición
Esta visión de la muerte cree que el concepto mismo de la muerte es fundamentalmente defectuoso.
 
No hay tal cosa como la muerte, sólo es un cambio de una dimensión de la realidad a otra. De lo físico a lo espiritual, de lo material a lo inmaterial. Como un alma, usted conserva su sentido de sí mismo, de su memoria, e incluso algunos rasgos de la personalidad. 
 
Su conciencia se separa de su cuerpo cuando el cerebro físico se apaga y usted se separa de su recipiente vacío, como un alma, para volver al hogar.
 
Entonces, ¿por qué lo llaman muerte cuando ni siquiera se muere? Esta visión de la muerte es compatible con muchas diferentes filosofías espirituales e ideologías religiosas, y es lo que la mayoría de la gente cree sobre el más allá.
 
Nosotros sólo estamos visitando en este momento, y lo que llamamos "muerte" es en realidad un entrecruzamiento de nuevo hacia de dónde venimos.
 
 

3) La muerte es renacimiento
La Muerte es un nuevo comienzo.
 
Es un renacimiento metafóricamente, siendo un recuerdo de quién y qué es usted cuando sale de su cuerpo, y también es un renacimiento en términos de reencarnación.
 
 
 
 
Cuando usted muere, se queda en el mundo espiritual por un tiempo para reflexionar, revisar su vida con sus guías/ángeles, se mezcla con su grupo de almas, y luego es hora de volver a la realidad física para aprender más lecciones y evolucionar como alma. 
 
Después de elegir su cuerpo y su esquema básico de vida adecuado a las lecciones que usted necesita, usted toma una última mirada al mundo de los espíritus y toma la decisión de reencarnarse en forma humana una vez más.
 
Aquí está un artículo que junté resumiendo toda la evidencia científica de la reencarnación, si esto parece demasiado inverosímil para usted.
Es mejor pasar un día contemplando el nacimiento y la muerte de todas las cosas que cien años no contemplando comienzos y finales.
Buda

 
4) La muerte es impersonal – muerte del Ego
La muerte es el momento en el que usted se despoja de todo lo que usted necesita para ser "usted".
 
 
 
 
Sus condicionamientos, su historia, su sentido de la identidad, sus pensamientos acerca de quién y qué es usted, sus creencias, sus valores, y todo lo que le pertenece a usted como un ser personal.

La muerte es el momento en el que usted se despoja de:
Su ego, sus metas, sus recuerdos y su físico cuerpo. Todo eso se disuelve después de la muerte física y regresa a su identidad como un alma antes de identificarse con el pensamiento y la forma.
 
Quien usted es ahora es algo mucho más grande que su título profesional, su trabajo, sus experiencias pasadas y los pensamientos de su mente acerca de lo que es. Usted es experiencia infinita en sí misma como infinidad de funciones, y el ego encapsulado en la piel en el que usted se encuentra ahora mismo es sólo una de las muchas funciones que desempeña. 
 
Su conciencia se reúne con el campo universal de la conciencia donde pierde la individualidad y espera la fragmentación para comenzar una nueva vida.
 
La muerte no es el final de su conciencia, sino que es el fin de la auto- identidad subjetiva.
 
 
 
5) La muerte es despertar
¿Está usted despierto en este momento?
 
Usted se siente despierto. Sus sentidos están despiertos. Usted sabe que su cuerpo no está dormido. Pero sólo porque su cuerpo no está durmiendo, no significa que usted no esté durmiendo.
 
¿Cómo puede usted estar seguro de que usted está vivo en este momento?
¿Qué pasa si esta vida es toda sólo una gran simulación y que está viviendo en una especie de matriz inteligente que se ha creado para dar a las almas la capacidad de evolucionar y experimentar la dualidad? La muerte es solamente "muerte" si usted cree que está vivo.
 
Médicamente hablando, usted está vivo. Pero metafísicamente hablando, la vida es sólo un sueño, y cuando uno muere se despierta dándose cuenta que todo era sólo un juego en su conciencia.
 
Usted está a sólo dormido en la habitación de espera de la vida:
 
 
 
 
 
 
Vivir sin miedo a la muerte
Cada persona espiritualmente iluminada, cada persona que usa drogas psicodélicas, cada persona que alguna vez ha tenido una EEC o un ECM, y cada persona que alguna vez ha experimentado la meditación trascendental sabe a través de la experiencia de que la muerte no es nada a lo que hay que temer.
 
Sólo el ego teme a la muerte, no el alma, ya que el alma ya sabe que la muerte es sólo un proceso de transición y a través del cual ha pasado muchas veces antes. 
 
Superar el miedo a la muerte comienza con ver más allá de nuestra identidad transitoria como un ego con una historia, talentos, objetivos, rasgos de personalidad y creencias. El significado de la iluminación es morir antes de morir.
 
Esto simplemente significa que usted ve que el ego es quién y qué es usted, usted experimenta su conciencia como algo más amplio que su sentido personal del yo, y haciendo esto, usted se libera del miedo a la no-existencia.
 
Usted siempre existe. Punto. o su ego, sino que USTED. Averigüe quién es usted, y usted ya no va a temer a la muerte.
 
El pensamiento de la muerte realmente comienza a enriquecer su vida y añadir significado a ella...