Estrategia de USA
Mexicanizar a América Latina y El Caribe un anhelo de Washington
El Papa Francisco ha puesto el dedo en la fístula de uno de los prominentes países del TLCNA (Tratado de libre comercio de Norteamérica) como lo es México, la patria de Morelos, Juárez, Villa y Zapata; convertido hoy en una auténtica vergüenza para los latinoamericanos y donde se concentran todos los vicios, maldades, injusticias, crímenes, y desgobiernos que pudiera haber sufrido el ser humano en los últimos cincuenta años. Dicen en guasa que México se parece a Maracaibo, aquí cuando se abre un agujero brota un chorro de petróleo, allá en las laceradas tierras aztecas, cuando se abre un hoyo brotan decenas de cadáveres.
Es impresionante como la prensa internacional se tapa los ojos y calla ante la dantes ca realidad de México. Una cadena de gobiernos fraudulentos, crímenes de estado (espantosos) que parten de la masacre de Tlatelolco y continúan con su carga de centenares de miles de muertos (165.000) hasta el espantoso crimen de Ayotzinapa, pasando por decenas de ejecuciones masivas, potenciadas desde el prevaricador gobierno de Vicente Fox y del desgobierno del borrachín Felipe Calderón. Toda una catástrofe que ha sumido a la población pobre mexicana en un oscuro desconcierto de inseguridad y miseria. De hecho, México es el único de nuestros países donde ha crecido la pobreza.
Ni que decir del enriquecimiento de los políticos que con total cinismo admiten que tienen millardos de dólares en los bancos de su vecino, esquilmados a la nación. Los ejemplos sobran desde presidentes, magistrados judiciales, legisladores, exministros, gobernadores y alcaldes hasta los empresarios que forman parten de la "operación saqueo" del tesoro mexicano. Una desdicha que califica al oficio político en México. Ser político en esa nación es sinónimo de rapiña. Alrededor del enorme presupuesto de la nación giran infinidad de satélites privados compuestos por amantes, artistas, medios de comunicación, banqueros, empresas del espectáculo, toda una farándula de inútiles detrás del dinero fácil y de la coima. MEXICANIZACIÓN es ya un adjetivo calificativo y un verbo despectivo MEXICANIZAR, en un contexto en el que no debe caer ningún país, sea de la CELAC, o del mundo. Tiene razón Francisco, hay q’ estar alertas porque Washington pretende mexicanizar a Latinoamérica para saquearla, a sus anchas. El Papa no ignoraba lo que decía, por eso es atacado con tanta energía por la derecha oligárquica y sus medios, que lo tachan de pensar como un peronista.
Pero, es que ahí no se queda la cosa de la mexicanización. La droga, esa maldición que proviene de Colombia, pasa por Centroamérica y la comercializan los carteles mexicanos en EEUU, ha corroído a las sociedades por donde pasa en su totalidad y a gran profundidad. Enormes bandas de narcotraficantes se disputan el negocio matándose entre si y asesinando a quienes les obstruyen el oficio, llámense policía, curas de la iglesia, jóvenes universitarios, políticos o ciudadanos comunes. Los jefes mafiosos se han apoderado de la política y de los políticos por su monumental poder económico. El bipartidismo de México, impuesto como modelo por Washington, está penetrado por el poder de la droga hasta los tuétanos. Una mafia gigantesca, que como el paramilitarismo colombiano creado por la oligarquía cachaca, asesina por encargo, desplaza a campesinos de sus tierras, impone vacunas de protección, chan tajea a políticos y empresas, y liquida a decenas de ciudadanos, diariamente, solo porque les estorban; estas últimas víctimas son sepultadas en fosas comunes, en millares de fosas cuando no son colgados en puentes, y pasarelas públicas. Una verdadera tragedia que supera la desesperanza del infierno de Dante, y que el Papa Francisco no quiere para su país natal, ni para Latinoamérica en general.
Mexicanización es llevar al paroxismo la maldad. Es cohonestar el crimen y perdonar a los bandidos. Mexicanización es soportar como normal el crimen del narcotráfico y el lavado de sus ganancias en los bancos (de México o de EU). Mexicanización es llevar adelante una política de fraude electoral, comprar jueces, bendecir a las amantes y enriquecer a los amigos. Mexicanizar es permitir el crimen de las transna cionales agrícolas (Monsanto) sobre el interés social de millones de campesinos. Es todo lo contrario de ética y moral. Es vender la patria como saldo, y al mismo tiempo robarse las cifras de la traición. Mexicanizar es permitir que el ser humano esté por debajo de la ganancia cicatera y doblar la cerviz frente al imperio que lo abofetea. En fin, mexicanización es todo lo contrario de humanización y progreso con justicia. El Papa puso el dedo en la llaga purulenta del neoliberalismo y Washington lo sabe por eso intenta callarlo. Pero no se puede tapar tamaña verdad con ningún filtro mediático ni con una carta de reclamo...
Es impresionante como la prensa internacional se tapa los ojos y calla ante la dantes ca realidad de México. Una cadena de gobiernos fraudulentos, crímenes de estado (espantosos) que parten de la masacre de Tlatelolco y continúan con su carga de centenares de miles de muertos (165.000) hasta el espantoso crimen de Ayotzinapa, pasando por decenas de ejecuciones masivas, potenciadas desde el prevaricador gobierno de Vicente Fox y del desgobierno del borrachín Felipe Calderón. Toda una catástrofe que ha sumido a la población pobre mexicana en un oscuro desconcierto de inseguridad y miseria. De hecho, México es el único de nuestros países donde ha crecido la pobreza.
Ni que decir del enriquecimiento de los políticos que con total cinismo admiten que tienen millardos de dólares en los bancos de su vecino, esquilmados a la nación. Los ejemplos sobran desde presidentes, magistrados judiciales, legisladores, exministros, gobernadores y alcaldes hasta los empresarios que forman parten de la "operación saqueo" del tesoro mexicano. Una desdicha que califica al oficio político en México. Ser político en esa nación es sinónimo de rapiña. Alrededor del enorme presupuesto de la nación giran infinidad de satélites privados compuestos por amantes, artistas, medios de comunicación, banqueros, empresas del espectáculo, toda una farándula de inútiles detrás del dinero fácil y de la coima. MEXICANIZACIÓN es ya un adjetivo calificativo y un verbo despectivo MEXICANIZAR, en un contexto en el que no debe caer ningún país, sea de la CELAC, o del mundo. Tiene razón Francisco, hay q’ estar alertas porque Washington pretende mexicanizar a Latinoamérica para saquearla, a sus anchas. El Papa no ignoraba lo que decía, por eso es atacado con tanta energía por la derecha oligárquica y sus medios, que lo tachan de pensar como un peronista.
Pero, es que ahí no se queda la cosa de la mexicanización. La droga, esa maldición que proviene de Colombia, pasa por Centroamérica y la comercializan los carteles mexicanos en EEUU, ha corroído a las sociedades por donde pasa en su totalidad y a gran profundidad. Enormes bandas de narcotraficantes se disputan el negocio matándose entre si y asesinando a quienes les obstruyen el oficio, llámense policía, curas de la iglesia, jóvenes universitarios, políticos o ciudadanos comunes. Los jefes mafiosos se han apoderado de la política y de los políticos por su monumental poder económico. El bipartidismo de México, impuesto como modelo por Washington, está penetrado por el poder de la droga hasta los tuétanos. Una mafia gigantesca, que como el paramilitarismo colombiano creado por la oligarquía cachaca, asesina por encargo, desplaza a campesinos de sus tierras, impone vacunas de protección, chan tajea a políticos y empresas, y liquida a decenas de ciudadanos, diariamente, solo porque les estorban; estas últimas víctimas son sepultadas en fosas comunes, en millares de fosas cuando no son colgados en puentes, y pasarelas públicas. Una verdadera tragedia que supera la desesperanza del infierno de Dante, y que el Papa Francisco no quiere para su país natal, ni para Latinoamérica en general.
Mexicanización es llevar al paroxismo la maldad. Es cohonestar el crimen y perdonar a los bandidos. Mexicanización es soportar como normal el crimen del narcotráfico y el lavado de sus ganancias en los bancos (de México o de EU). Mexicanización es llevar adelante una política de fraude electoral, comprar jueces, bendecir a las amantes y enriquecer a los amigos. Mexicanizar es permitir el crimen de las transna cionales agrícolas (Monsanto) sobre el interés social de millones de campesinos. Es todo lo contrario de ética y moral. Es vender la patria como saldo, y al mismo tiempo robarse las cifras de la traición. Mexicanizar es permitir que el ser humano esté por debajo de la ganancia cicatera y doblar la cerviz frente al imperio que lo abofetea. En fin, mexicanización es todo lo contrario de humanización y progreso con justicia. El Papa puso el dedo en la llaga purulenta del neoliberalismo y Washington lo sabe por eso intenta callarlo. Pero no se puede tapar tamaña verdad con ningún filtro mediático ni con una carta de reclamo...
Puras falacias y mentiras, si México esta jodido según este autor que se puede decir de Venezuela que tiene el doble de muertos por cada 100,000 habitantes que México, lastima que los medios solo hablen de México cuando hablan de muertos y narcotrafico, pero bueno no hablan de los muchos paises latinoamericanos con mucha mayor tasa de homicidios que México, sera porque eso no vende, o sera porque México es demasiado importante.
ResponderEliminarPuras falacias y mentiras, si México esta jodido según este autor que se puede decir de Venezuela que tiene el doble de muertos por cada 100,000 habitantes que México, lastima que los medios solo hablen de México cuando hablan de muertos y narcotrafico, pero bueno no hablan de los muchos paises latinoamericanos con mucha mayor tasa de homicidios que México, sera porque eso no vende, o sera porque México es demasiado importante.
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