por maestroviejo
denunció durante su visita a la isla italiana de Cerdeña el “sistema económico que tiene como ídolo el dinero”, durante un encuentro con representantes del mundo del trabajo, entre ellos numerosos desempleados y empresarios afectados por la crisis económica.
“No hay esperanza sin un trabajo digno”, clamó el papa argentino tras advertir que la falta de trabajo “es consecuencia de un sistema mundial en el que el dinero es el único que manda”, dijo en un discurso improvisado.
“Luchemos todos juntos contra el ídolo dinero, contra un sistema sin ética, injusto, en el que manda el dinero”, clamó arrancando aplausos y lágrimas entre los asistentes.
El papa llegó a primera hora de la mañana a Cagliari, donde fue recibido por las autoridades locales y saliéndose del programa visitó a un grupo de unos 150 inmigrantes ilegales que se encuentran en un centro de acogida en el aeropuerto.Tras recorrer las avenidas que conducen al centro de Cagliari, donde se congregaban cientos de personas, el Papa se reunió con representantes del mundo del trabajo, entre ellos un obrero desempleado, una empresaria en crisis y un campesino, en un palco instalado en el exterior.
“A los jóvenes desempleados, a los que tienen un trabajo precario, a los empresarios y comerciantes con problemas para seguir adelante, les expreso mi solidaridad”, dijo.
“Es una realidad que conozco bien por la experiencia que tuve en Argentina. Por ello les digo: ¡Coraje! Tenemos que encarar este desafío histórico con solidaridad e inteligencia”, agregó.
Abandonando el discurso preparado, el papa contó que su familia había emigrado a Argentina “mi padre partió lleno de sueños y sufrió la crisis del 29. Perdieron todo, no había trabajo. (…) Hablaban de ello, sentí ese sufrimiento, lo conozco bien”, confesó.
“Para defender ese sistema idólatra, se dejan caer los extremos más débiles, los ancianos, los cuales no tienen un lugar en ese mundo. Se trata de una eutanasia escondida. También caen los jóvenes, que no encuentran su dignidad”, agregó.”El trabajo es dignidad, queremos un sistema justo”, reiteró, siendo ovacionado.
El papa concluyó su discurso con una oración silenciosa tras lo cual visitará el santuario de Nuestra Señora de Bonaria, la virgen que dio origen al nombre de la ciudad de Buenos Aires, para luego presidir la misa ante la espectacular plazoleta que asoma al
mar ubicada de frente al monumento.
El papa llega a Cagliari, lazo histórico con su Buenos Aires natal
El papa Francisco llegó a las 08.25 horas (06.25 GMT) a Cagliari, en la isla italiana de Cerdeña, para visitar el santuario de Nuestra Señora de Bonaria, que da el nombre a la capital argentina, y donde saludará a un grupo de presos y podrá escuchar a testigos del drama del desempleo.
En su segundo viaje en Italia, el primero fue a la isla de Lampedusa, Francisco ha vuelto a elegir un lugar símbolo de las dificultades, pues Cerdeña es una de la regiones más afectadas por la crisis económica.
Pero además, la capital de Cerdeña, como el mismo explicó, está muy unida a su ciudad natal, Buenos Aires.
El fundador de la capital argentina, Pedro de Mendoza, quiso denominarla ciudad de la Santísima Trinidad, pero los marineros que le acompañaban eran sardos y le pidieron que se llamase como la patrona de los navegantes, ciudad de la Virgen de Bonaria.
En Cagliari, el pontífice estará acompañado por el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Durante la visita, que durará unas horas, el papa argentino tiene previsto saludar a un grupo de presos y también escuchará los testimonios de algunos sardos, entre ellos un pastor y un desempleado que le explicarán el drama que se vive en esta isla debido a la crisis.
Está previsto que el primer encuentro de Francisco tras su llegada a Cagliari sea con representantes del mundo laboral.
Posteriormente se desplazará a la plaza del Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, donde saludará a algunos enfermos y celebrará misa.
Tras almorzar con los obispos de Cerdeña en el pontificio seminario regional de Cagliari, visitará la catedral de la ciudad y saludará a un grupo de presos y otras personas con problemas económicos.
A las 16.00 horas (14.00 GMT) se reunirá con el mundo de la cultura en el Aula Magna de la pontificia Facultad Teológica de Cagliari.
Antes de volver a Roma, a las 17.00 horas (15.00 GMT) tendrá un encuentro con los jóvenes en el centro de Cagliari. Su llegada al Vaticano está prevista a las 19.30 horas (17.30 GMT).
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